Ética y Psicología
Ana María Jurado

El buen humor es una herramienta en el trabajo con clientes o paciente, siempre y cuando estén enmarcados dentro del respeto absoluto. Puede favorecer la comunicación y permitir que se establezca un clima relajado e inclusive jocoso, sin embargo, las bromas y chistes nunca serán irrespetuosas o de contenido inapropiado dentro de la relación profesional. Tampoco es válida la conducta seductora o claramente sexual.

El Código de Ética se refiere a ello en la norma 2.1.13 que pertenece al principio II: Cuidado competente del Bienestar de los otros y del Lineamiento Promoción del Bienestar.

Dice la norma 2.1.13. “La relaciones sexuales con clientes, supervisores, supervisados o estudiantes no son éticas. Los psicólogos y las psicólogas no incitan o participan en intimidad sexual durante el período de la relación profesional y, tampoco, durante el período de tiempo posterior a la terminación de la relación profesional, mientras sigan ejerciendo poder o autoridad. De ninguna manera incurrirán en actos, gestos, bromas, comentarios, caricias de contenido sexual y/o que sean interpretados como tales”.

Se sabe que este tipo de conductas dañan a la persona que ha solicitado nuestros servicios. Esta persona probablemente está en una postura vulnerable y cualquier conducta de esta naturaleza constituye una traición así como puede re victimizarla. Por otro lado, va en detrimento de la profesión.

No deberíamos hablar de este tema, porque parece obvio, sin embargo se ha sabido de profesionales, en nuestro medio y en el extranjero que han incurrido en actos que transgrede esta norma. Y ha hecho mucho daño a la profesión. Muchas personas han perdido la confianza en los y las profesionales. Anteriormente imperaba el silencio. Callábamos para no hacer escándalo o lo que es más, para proteger al profesional implicado. Ahora sabemos que esto es una falta a la ética profesional y en los casos de niños es un delito.

Cuando se conoce o se ha sufrido una acción inapropiado por parte de un /una profesional debe hacerse la denuncia al Colegio de Psicólogos de Guatemala.

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