Esta mañana me desperté pensando que soy una vieja psicóloga y una joven escritora, aunque eso de llamarse escritora rebasa el atrevimiento. Mejor: aprendiz de escritora.
Hecha ya la aclaración va esto que escribí como mi saludo para ti que me lees o sigues, como dicen ahora.
Te abrazo ahora
Que el viento te acaricie
Que la hierva te roce
Que el agua te refresque
Y que encuentres a la amiga
Todo pasa
Que veas la pintura de los atardeceres
Y que al amanecer sientas la vida
Que puedas escuchar la sinfonía de los árboles
Que las sombras se disipen
Todo pasa
Que la luz atormente tu estancia
Que respires lento
Que sientas tus pisadas
Que disfrutes tu cuerpo
Todo pasa
Que ames con locura
Que te ames locamente
Que olvides, por favor, olvida
Que la vida te sea gentil
Todo pasa.