El término condependiente se ha usado mucho para describir una
conducta femenina, esa de no poder salir de una relación abusiva o de
estar apegada a una persona casi sin vivir la propia vida. Se vive a
través de la otra persona. No comparto del todo esta perspectiva. En mi
opinión, a la mujer se le dificulta desprenderse de este tipo de
relaciones porque la cultura ha establecidos ciertos mandatos que
modelan una conducta de dependencia, de aguantar, pase lo que pase.
Hablar de codependencia es volver patológico algo que viene de la
construcción patriarcal y nuevamente victimiza la conducta de las
mujeres. Importante: depender no es querer. El amor es libre. Pero es
difícil amar en libertad cuando estamos rodeadas de mandatos
opresores. Piénselo.
Ilustración por Desirée Cordón Castañeda