La vida personal está llena de sentimientos y emociones que dan matices a la existencia, sin embargo algunos de estos sentimientos pueden darnos mucha lata, uno de ellos: los celos. Los celos son una respuesta emocional que padecen algunas personas ante la idea de pérdida de la atención del ser querido. Casi siempre son injustificados, los despierta algún estímulo mínimo o algún equivoco molesto, y que afecta de manera muy funesta las relaciones, especialmente cuando se da en pareja, aunque no exclusivamente, porque también se pueden dar en relaciones de hermanos, amigos o de trabajo.

Algunas personas piensan: «Me cela porque me quiere» o que los celos agregan sabor a la relación porque son románticos. Esto no es cierto, las relaciones deberían darse en libertad, por ejemplo, la persona celosa se ocupa de cuidar a quién ve el otro o la otra, quién le ve, cómo se viste la pareja, con quién y de qué manera habla el otro o la otra, cómo saluda (nunca puede ser de beso) y un acoso de esta naturaleza resulta una tortura para ambos y mina la relación.

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