Con frecuencia expresamos nuestros deseos y propósitos personales para el año que viene, e igualmente con frecuencia no los cumplimos, se van desvaneciendo como las nubes en el cielo. Al final, puede que nos recriminemos, pensemos que somos inútiles, poco constantes o ni nos acordemos de lo que prometimos.
Les comparto cómo he logrado a lo largo de los años mucho lo que me propuesto. Lo aprendí de uno de mis maestros y me ha funcionado. Primero haga una lista de deseos o sueños, sin pensar si son factibles o no, luego revise su lista y clasifíquelos de acuerdo a la prioridad, lo que es urgente, lo que puede esperar, lo que puede esperar aún más, pero no deseche ninguno. Ahora seleccione por lo menos dos de las primeras categorías y escríbalos nuevamente de manera propositiva, por ejemplo: voy a…, voy a inscribirme en el curso tal…, voy a bajar de peso…, y así sucesivamente. Luego, escriba lo que va a hacer y al lado o abajo ponga las estrategias que necesita para llevar a cabo la acción y, muy importante la fecha de inicio y es posible, de terminación. Es muy sencillo, hágalo en un cuaderno, en su computadora, (prefiero el cuaderno porque estará muy a la mano) y personalícelo. Me gustaría saber cómo le fue. Hace años escribí esto en un periódico y tiempo después, bastantes años después, recibí una carta de un lector que lo ponía en práctica, me contaba de sus logros, lo cual me hizo sonreír.
Así que pásela bien, sea feliz y que sus éxitos abunden el próximo año.