Solamente he leído un libro de él, El adversario de Emmanuel Carrère, Premio Princesa 2021. He leído muchas críticas adversas de este escritor francés. Hoy en el Acordeón (elPeriódico, 20 de junio de 2021) el artículo Emmanuel Carrère, el tormento y el éxtasis me invita a pensar diferente. Atormentado durante muchos años por sufrir depresiones profundas, luego diagnosticado como Trastorno Bipolar, escribe desde el yo, un género muy interesante y por el cual ha sido criticado severamente. Ha sido impúdico consigo mismo y con otros muchos, incluyendo a su ex esposa. Ha estado en psicoterapia y en terapia psicoanalítica por muchos años, inclusive estuvo internado en hospital psiquiátrico y recibió terapia electroconvulsiva (TEC). 

Muchos escritores han sufrido serios trastornos mentales y han recurrido al suicidio. Carrère también acarició la idea. Puedo imaginar su tormento interior planteándose problemas existenciales profundos, indagando en la religión, apartándose después de un tiempo, buscando respuestas en medio de la maldita depresión y cayendo en lo profundo. Ahora nos habla de este peregrinaje en su nuevo libro Yoga, recién publicado y terminado durante el confinamiento. Para mí, que me he dedicado durante mas de cuarenta años al estudio de la mente, de la psicopatología, este escritor es un reto. Dicen los comentaristas que Yoga no es para nada un libro de autoayuda, lo cual me alivia, porque no me gusta ese tipo de libros. Yoga es un libro autobiográfico como la mayoría de su trabajo  y en el que habla con la verdad sobre su enfermedad, cosa rara, porque tendemos a esconder lo que no avergüenza. Hablar de sí mismo con esa franqueza probablemente nos permita identificarnos con él, porque él es escritor humano con un montón de defectos de lo cuales habla sin pudor. Adelante con la lectura, cuando llegue a Guatemala. 

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