Conozco a muchas personas que con el cambio de año sienten la necesidad de consultar a una/un profesional en psicología para iniciar un proceso terapéutico, y quizá empiecen a indagar dentro de sus amistades a ver a quién le recomiendan. Otros preguntarán a su médico o a alguien de su confianza y algunos otros simplemente buscarán en internet. Para iniciar un proceso es aconsejable tener suficiente información sobre la persona a quien va a confiar aspectos muy íntimos de su vida. En primer lugar es importante que sepa que no todos los psicólogos son psicoterapeutas, la psicoterapia es una especialidad de la psicología clínica y requiere una formación especializada.
Una vez a decidido con quien asistirá dispóngase a preguntar al profesional sobre varios aspectos:
¿Cuál es su especialidad? Aunque en nuestro medio la mayoría de profesionales atienden diversos tipos de trastornos algunos pacientes requieren de alguien que conozca muy bien sobre el tema y que se haya especializado sobre su abordaje. Por ejemplo para las personas que sufren una adicción, o las personas que con trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia. Otro grupo muy delicado es el de las personas que han tenido una experiencia traumática durante el transcurso de su vida, por ejemplo, abuso sexual. Entonces, asegúrese de que es la persona indicada.
¿Qué herramientas o abordajes y cual es su enfoque teórico? ¿Busca a un psicoanalista, o puede pensar en alguien que tiene una formación de tipo humanista o en logoterapia? Si no conoce o no comprende los términos, pídale al/la profesional que le explique en términos que usted pueda comprender. No hay nada malo en que usted ignore estos temas, no tiene porqué saberlos.
¿Cuánto tiempo durará el tratamiento? La duración del tratamiento depende de varios factores. Por ejemplo, del enfoque del terapeuta, del problema a tratar, entre otros. Es importante que usted sepa cómo estima su futuro terapeuta la situación de la problemática psicológica.
¿Cuánto le va a costar? Y alrededor de esto, cuánto cuesta la sesión, cómo será el pago, semanal, mensual. Desconfíe de quien le pide pago por adelantado para “engancharlo”, de quien le ofrece “combos” u ofertas, “dos por uno”. La cuestión de los honorarios es un tema supremamente delicado y raya con el tema ético. Es responsabilidad del terapeuta manejarlo de manera clara y considerada. Sobre todo el respeto hacia usted. El ó la profesional respetará su libertad para asistir y aceptar sus condiciones.
¿Cómo sabrá que está mejorando o que no hay avances? Usted es el experto en usted y sabrá cómo se siente. Ser claro y honesto depende de usted, pero también de quien lo está tratando, llevando un record de sus avances y de sus dificultades. Es responsabilidad del terapeuta plantearse y plantearle si la terapia está funcionando o no. No todos los modelos son apropiados para todas las personas ni para todos los problemas, así como no todos los terapeutas son apropiados para todas las personas.
¿Se siente cómodo con la o el profesional, o por el contrario, a hay algo que le incomoda. Los psicólogos respondemos a un Código de Ética de nuestro Colegio Profesional y nuestros consultantes están en la libertad de plantear cualquier comportamiento fuera del decoro, del respeto, de la eficiencia cuidadosa o abuso por parte de su terapeuta.
¿Tiene algunas otras preguntas? Plantéelas. Y la/lo felicito por buscar este tipo de tratamiento, de procedimiento, de sistema para restablecer o lograr su bienestar. Por último le cuento que no existen curas mágicas, toda psicoterapia es un proceso. Adelante.