Han pasado 4 años desde que su madre murió y “lo siento como si fue ayer”. Eso dice, y realmente al hablar de ello aparecen signos de profundo dolor.
El duelo es una reacción natural del organismo ante una perdida significativa y es muy probable que se resuelva solo, que pase por las etapas que la Dra. Kübler-Ross formuló, sin embargo, se ha establecido que 3 de cada 10 casos de duelo se complican, que no fluya, que pasado los meses e incluso los años la persona siga anhelando al ser que ya no está, sobre todo, si la muerte sucedió de forma violenta. Podemos observar que la persona doliente tiene ideas que se repiten, en la mayoría de los casos son ideas de culpa: “por qué no hice esto o aquello, pude no haber hecho…” Y el dolor es continuo porque la persona ya no se siente segura, ha perdido el centro que daba el significado a su vida, e incluso, que era el sostén de su existencia. El sentimiento de tristeza persiste, sin embargo, no se trata de depresión y no puede ser tratada como tal. Actualmente, sabemos que el duelo es un proceso neurobiológico, diferente al proceso de depresión, aunque en cuanto a síntomas es parecido. Muchos pacientes se acercan a la consulta por otros motivos o mostrando que sufren depresión y no es sino cuando avanza el proceso que emerge el dato de una perdida significativa. Es interesante que la perdida puede ser una persona, una mascota o, lo que es frecuente, una pérdida económica. La complejidad radica en que el duelo se enmarca en lo racional y en lo emotivo. La persona no puede controlar el sentimiento a pesar de que racionalmente intenta pensar de una manera lógica. ¿Qué tan intenso es el duelo? Depende del tipo de relación que hemos tenido con esa persona, animal o situación. El duelo afecta nuestra relación con la vida. Aun el duelo normal, influye de manera profunda y está muy relacionado con el tiempo que transcurre desde el momento de la pérdida, pero también el tiempo puede ser un aliado en el duelo normal o adaptativo, pero no sucede así en el duelo complicado.
El tema de duelo ha cobrado relevancia a raíz de la pandemia por Covid-19 por la gran cantidad de pérdidas que sufrimos y el enfrentamiento que tuvimos con la muerte. Muchas personas aún se sienten devastadas. Eso puede ser duelo complicado y tiene que ser atendido.