Por muchos años he establecido METAS de inicio de año. Al inicio de esta práctica, inclusive, hacia colages, con algunas amigas; recortábamos, pegábamos, y compartíamos el resultado de la «obra artística» .
En ocasiones meditábamos y creábamos imágenes de nuestros deseos. También incursionamos en cuadros con varias entradas, en los que escribíamos la meta, el tiempo para lograrlo, las estrategias que llevaríamos a cabo, todo con un lujo de detalle. Fue importante, en algún momento, dividir la lista de metas en áreas: física, psicológica, académica, social, espiritual, por ejemplo. Así se logra cubrir aspectos claves del bienestar. Creo que cada quien debe buscar lo que le funciona. En general, me parece que es básico ser muy concreto al escribir la meta, por ejemplo: reanudar la Universidad. Ser mejor, es muy amplio. La meta debe ser concreta, precisa y estar puesta como proposición: «Voy a terminar el libro que estoy escribiendo» . Esta es una meta concreta y factible.
A mi me funciona visualizar lo que quiero lograr y sobre todo, escribir esa meta. Cuando está escrita, en una tarjeta, en un cuaderno, en un diario, adquiere un carácter diferente. Quizá por mi edad, la meta escrita en la computadora, no tiene la misma fuerza, pero si la tiene cuando la escribo a mano en mi diario.
No logro todo, pero si mucho. Quizá porque mi mente está organizada cuando escribo la meta y mi corazón en línea.
Te invito a experimentar. Los logros, me los comentas.
Felices logros.