La psicóloga norteamericana Leonore Walker describió en 1979 lo que se ha llamado “El ciclo de la violencia” cuyas características esenciales son: la aparición de un estallido de violencia al cual sigue un periodo de arrepentimiento y promesas reiteradas de que no volverá a suceder, para luego, una vez perdonado, ir acumulando tensión en base a desagrados pequeños que llevarán nuevamente a otro estallido de violencia. Y así el ciclo se vuelve a repetir.
La mujer suele adaptarse a este circulo, dado que hay un proceso de adaptación descrito como “Desesperanza aprendida” en el cual ella adopta una actitud sumisa para evitar ser nuevamente agredida, suele aislarse, ser complaciente, pero como la razón de la agresión es el ejercicio del poder masculino, el estallido se da de nuevo como resultado de la tensión acumulada.
Se ha encontrado que los episodios suelen ser cada vez mas serios y más cercanos uno del otro. O sea que la gravedad de la violencia aumenta. Estar conscientes de la existencia de este ciclo es un primer paso de empoderamiento, porque luego vendrá el trabajo y el proceso de no permitir ser agredida, de salirnos del ciclo, lo cual no es fácil.