Una se pregunta porqué una mujer que sufre violencia por parte de la pareja no sale de ella, porque no lo denuncia o se defiende.
El psicólogo Martin Seligman de la Universidad de Pennsylvania en 1967 estudió cómo las mujeres que sufren maltrato no pueden pensar o actuar alternativas de defensa efectivas cuando son agredidas, incluyendo entre otras cosas: que al ser aisladas y maltratadas en etapas iniciales de su relación, período durante el cual había una gran cantidad de ilusión depositada en su pareja, tratan de cambiar la situación (con un relativo éxito) , minimizando los hechos violentos.
También se encontró que ellas tendían a realizar maniobras para aplazar las agresiones, pero estas resultaban transitorias, a pesar de que estas maniobras tenían que ver con conductas que no enojaran a su agresor, es decir, adaptarse a las exigencias de él. Pasado el tiempo el estallido volvía a darse. Este aprendizaje explica porqué no se denuncia ni se abandona a la pareja.
Entender este aspecto hará que dejemos de juzgar a quienes permanecen al lado de quienes les infringen malos tratos, porque acusarla a ella es injusto, es una doble agresión. No es criticándola cómo se ayuda.