Los datos son escalofriantes: en Guatemala 1,103 bebes nacieron de madres entre 10 y 15 años de esta durante los meses de enero a julio de 2016. En este mismo periodo 37, 655 nacimientos de madres entre 15 y 19 años, lo que hace un total de 38,758 nacimientos cuyas madres son adolescente. La OMS afirma que unos 16 millones de jóvenes de 15 a19 años y aproximadamente, 1 millón de niñas menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a19 años en todo el mundo.
Cada año, unos 3 millones de jóvenes de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos. Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años. Esta es una forma extrema de violencia hacia las mujeres.
En Guatemala gran parte de estos embarazos son producto de violaciones y de abuso sexual continuado por parte padres, padrastros u hombres cercanos a la familia. Aunque los datos nos causan horror, nos oponemos a que ellas tengan una educación sexual integral. Este tipo de violencia es inadmisible. Las niñas y las jóvenes deben contar con información y formación sobre el funcionamiento de sus cuerpos y la privacidad de los mismos. Es un derecho inalienable e impostergable.