Con frecuencia se normaliza la violencia psicológica dentro de las
relaciones de pareja. Las consecuencias psicológicas de este tipo
de violencia pueden ser devastadoras, porque atenta contra lo más
esencial que tenemos que es la aceptación y el aprecio de nuestro
propio ser. Pueden pasar muchos años en los que escuchamos
palabras degradantes: tonta, estúpida, cállate, vos solo estupideces
decís, entre otras aún más duras. Alerta, estas palabras destruyen
moral y psicológicamente. Muchas lo vemos como normal porque
eso fue lo que vivimos de niñas, pero no lo es. Las consecuencias
de vivir en un ambiente violento son devastadoras. Después de un
incidente violento el abusador suele mostrar arrepentimiento y
prometer que no lo va a volver a hacer, pero ojo, esto no es así
porque la violencia doméstica responde a un círculo, el circulo de la
violencia, del cual espero hablar un día de estos.
Y si, si se puede salir de la violencia.