Cuando sufrimos una pérdida, especialmente si se trata de una persona cercana o significativa se da una reacción normal que se llama Duelo. Se trata de un sentimiento doloroso y su forma está muy relacionado con la cultura, cómo se maneja, cómo se expresa, cuánto dura, cuándo resulta normal o no, son algunas de las interrogantes que podemos hacernos.
Reaccionar con tristeza, a veces con desesperanza es lo normal, sin embargo, se da también el duelo complicado, en él «… la persona está desbordada y recurre a conductas desadaptativas, o permanece de manera inacabable en ese estado sin avanzar en el proceso de duelo hacia su resolución». Algunos duelos complicados son: duelo crónico, duelo retrasado o inhibido, duelo exagerado, duelo enmascarado, el cual está escondido bajo diversos síntomas. Y algunos de los factores que pueden complicar el duelo pueden ser: cuando la muerte se da de manera inesperada o inoportuna, las muertes múltiples, las muertes por asesinato o por catástrofe, las muertes por suicidio o auto negligencia (la persona se deja morir o no se le prestó la ayuda adecuada), cuando no se pudo efectuar el rito de entierro, cuando no hay cadáver y la muerte es incierta, son algunos de estos factores que complican el duelo, aunque hay muchos más.