¿Ha pensado que las chicas actuales viven violencia de género? Estudios al respecto dan cuenta de que desafortunadamente es una realidad. Basta observar, cómo algunas jóvenes se someten a las reglas dictas por el novio aún en contra de su voluntad.
A continuación me referiré a un estudio realizado en España por la socióloga Carmen Ruiz Repullo, que llega a las siguientes conclusiones: “… la violencia física que sufren las adolescentes puede ser tan severa como la que sufren las mujeres adultas, pero a diferencia de lo que suele ocurrir con estas últimas, esa violencia no surge siempre cuando la relación se extiende en el tiempo, sino desde el primer momento; el control tecnológico está tan extendido en la adolescencia que no levanta sospechas; y la inmensa mayoría de las víctimas adolescentes sufre violencia sexual,camuflada por el “falso consentimiento” y condicionada por el modelo de sexualidad imperante”. Es decir que el modelo de dominación se esconde a través de la tecnología o, como he visto muy frecuentemente, amparado por el “enamoramiento”
En el estudio también se revela que “A él, lo único que le gustaba es hacer… le gustaba nada más, las relaciones sexuales, lo único que él pensaba era en eso, y yo no pensaba nada de eso, yo quería estar con él y dar paseos, irme a…”
Por su parte Ruiz afirma que “El ideal romántico está tan asentado entre las chicas de la muestra, que aun siendo conscientes de que están dentro de una relación insana y que no les conviene, la significación que algunas dan a estos signos hace que los vivan de manera “normalizada”. A esta ceguera se une el hecho de que la violencia de género no surge de la noche a la mañana sino que se convierte en un proceso continuado en el que las chicas van siendo sometidas a los dictámenes que el chico impone en la relación”, sostiene la autora, que narra a través de casos concretos cómo se produce la escalera cíclica de la violencia de género en estas nuevas generaciones.
Todas las adolescentes parten del amor romántico y, a partir de ahí, comienzan a subir una escalera en la que cada peldaño es una fase añadida de violencia. En todos esos escalones se pasa por el ciclo propio de la violencia de género. Así que ahora me estoy dirigiendo a las jóvenes y a sus educadores/as, es importante sensibilizar, dar a conocer qué significa “Violencia de género”.